
Proceso Formativo en la Sociedad san Pablo de Venezuela
En la Sociedad de San Pablo el proceso formativo, para jóvenes bachilleres o universitarios que manifiesten el deseo de conocer a los Paulinos, empieza con un tiempo adecuado de acompañamiento por parte del promotor vocacional. Si el joven, siguiendo el llamado del Señor, reúne las condiciones y opta por entrar en la Sociedad San Pablo continuará el proceso con las demás etapas formativas. Éstas son:
1. Propedéutico y Aspirantado
Durante este período el candidato inicia los estudios filosóficos, al mismo tiempo que va asumiendo los principios básicos de la formación humana (espiritualidad, apostolado y vida comunitaria) y es introducido en el proceso de formación paulina integral. Lo que se pretende durante esta etapa es que el candidato llegue a adquirir una suficiente y gradual formación humana, de modo que el equilibrio, la sinceridad, la coherencia y la responsabilidad sean el punto de partida de la formación del cristiano y del religioso paulino.
2. Postulantado
El postulantado paulino es el camino de preparación inmediata al noviciado, en el cual el candidato profundiza el conocimiento de sí mismo y de la Sociedad de San Pablo y de su misión en la Iglesia; para que luego de un serio discernimiento continúe su proceso en la vida religiosa paulina.
3. Noviciado
Durante el noviciado, el candidato está llamado a tener una profunda experiencia de Dios, cultivar el desprendimiento, la humildad, la vida de oración y ahondar en el carisma específico de la Congregación. En esta etapa lo que se busca es dar a conocer al candidato la exigencia de la vida religiosa para iniciarlo en la práctica de los consejos evangélicos y encaminarlo a la actividad apostólica de la Congregación.
4. Juniorado
Por juniorado se entiende la etapa de formación que sigue a la primera profesión de los votos religiosos y precede a la Consagración Perpetua: es el momento caracterizado por los estudios de teología y la plena adhesión a la vida consagrada; por una inserción efectiva, aunque gradual, en el apostolado paulino.
5. Año de Experiencia Apostólica
Durante este período se suspende los estudios académicos sistemáticos, pero queda la posibilidad de participar de algunos cursos prácticos en orden al Apostolado y a la formación. Es un momento en el que se busca profundizar en algunas de las actividades apostólicas de la Congregación.
6. Profesión Religiosa Perpetua
La Profesión Religiosa Perpetua es el “Sí” definitivo e irrevocable a Dios de la propia vida por medio de la Consagración Religiosa en la Sociedad de San Pablo. Con este acto el Paulino pasa a formar parte a la vida de la Congregación de manera definitiva. De este modo su consagración y la práctica de los consejos evangélicos manifiestan la entrega total a la misión Paulina y su testimonio de amor irrevocable a Cristo y a la Iglesia.
7. Estudio de Especialización
Concluido el ciclo básico académico de filosofía y teología y cumplido el año de experiencia apostólica la Congregación indica al religioso un estudio de especialización en el campo de la comunicación multimedial o alguna otra área requerida por del apostolado.
8. Sacerdocio Paulino
Los Paulinos en la Iglesia formamos una congregación religiosa de Consagrados integrada por hermanos (llamados Discípulos del Divino Maestro) y sacerdotes. Ambos vivimos en comunidad fraterna y participamos de la misma vocación religiosa y misión apostólica. Según el designio de Dios, que reparte sus dones a cada quien, algunos de los miembros de la Sociedad San Pablo que sientan el particular llamado y reúnan las condiciones necesarias recibirán la ordenación sacerdotal. Este ministerio será en vista a nuestra misión específica; para el servicio ministerial a la Congregación, a la Familia Paulina y a todo el pueblo de Dios.
9. Formación Permanente
Dadas las características de nuestra vocación y misión particulares en la Iglesia los Paulinos debemos estar en permanente formación. Son muchos los desafíos que nos plantean tanto el mundo actual como lo específico de nuestro carisma; debiendo así mantenernos siempre capacitados y de la mejor manera, para cumplir con el ejercicio diario de nuestro apostolado.
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